El beso de Judas (Caravaggio, 1602)

lunes, 2 de abril de 2012

Comienza nuestra Semana Grande

El pasado viernes, con una noche tranquila e inmejorablemente agradable, dejaba el entorno de la iglesia  la imagen de Nuestra Señora de la Soledad, meciéndose suavemente bajo los sones de La Madrugá, aquella de la que el gran Abel Moreno dijo que nadie como la banda de nuestro pueblo, había sido capaz de tocarla.

De esta forma, comenzaba oficiosamente la Semana Santa en nuestro pueblo (oficialmente, comienza el Domingo de Ramos). Esta procesión ha tenido años malos, desde luego, pero este pasado viernes creo que había más gente que ningún año que yo recuerde. Tanto dentro de sus filas como en las aceras. Me encantó y disfruté mucho.

Con respecto a la meteorología que se nos avecina, no sé que ocurrirá durante esta semana. Pero lo del viernes, al menos para mí, ha sido un muy buen presagio.

También las predicciones decían de lluvia el Domingo de Ramos, y ya vimos el día que hizo. Ahora mismo, hablan de agua (y bastante) durante toda esta semana. Barreño y medio por metro cuadrado. No deja de ser irónico después del invierno más seco que hemos tenido en décadas. Eso sí, después de Semana Santa, que caiga a mares, que falta hace. A mares y durante bastantes días. Total, después de tantos meses sin llover, supongo que una semana más o menos, debe dar casi igual.

Y es que, en Mota, se nota en el ambiente que hay ganas de Semana Santa. El año pasado fue muy cruel con nuestro pueblo, y eso nos dejó marca. Se ha notado en la asistencia a la exposición de La Tercia, que ha sido todo un éxito, y se nota en los comentarios ilusionados de muchos de nuestros paisanos. Sí, este año se espera como nunca creo que se ha esperado.

No sé si lloverá, no lloverá, nevará o granizará. Ni lo sé, ni me preocupa. Sé que tanto las hermandades como las bandas, estamos preparando con toda nuestra ilusión esta nuestra Semana Grande, y vamos a poner todo de nuestra parte para poder procesionar. Si luego no es posible hacerlo, pues ya nos lamentaremos en su momento. Recogeremos nuestros bártulos, y a otra cosa. Pero ahora no. Ahora estamos a lo que estamos. No tenemos tiempo de lamentaciones. Tenemos que tenerlo todo a punto, y eso lleva mucho trabajo.

Además, tenemos que buscar un hueco para la procesión infantil de hoy. Todavía quedan bastantes horas, y el tiempo puede cambiar radicalmente. Pero ahora mismo, que estoy mirando por la ventana, como de llover no está el día precisamente.  Lo siento por los chicos de la meteo. Difícil oficio el de adivino.